Hubo un tiempo a finales del XIX, en el que Málaga era una potencia industrial. Quizás la segunda o tercera ciudad industrial de España y el Jardín de la Concepción ha llegado a nuestros días como testigo vivo de esa época.
En ese tiempo una rica burguesía copaba las mejores zonas de la ciudad, edificando maravillosas casas y haciendo de sus fincas de recreo lugares de ensueño para sus familias.
De entre todas las familias de la alta burguesía, una resaltaba sobre las otras en la que fue la mayor época de riqueza industrial del sur.
La familia Loring y la familia Heredia, estaban destinadas a encontrarse, numerosos hijos, familias pudientes y una ciudad de tamaño medio.
Lo que nadie sabía es que de ese encuentro nacería uno de los más bellos jardines de Europa, un lugar como perdido en el tiempo y que además podemos disfrutar actualmente en toda su plenitud, maravillándonos con sus sorpresas.
Sus creadores fueron Jorge Loring Oyarzábal, hombre culto y gran comerciante, que luego sería el primer Marqués con este título y diputado a Cortes, y Amalia Heredia Livermore, la decima y guapa hija del industrial Manuel Agustín Heredia. propietario de los primeros altos hornos civiles de España. En estas fábricas trabajaron numerosos trabajadores de etnia gitana, a los que cedio su apellido por lo que muchos gitanos llevan el apellido Heredia.
Amalia muy activa culturalmente durante toda su vida (fundadora de la Real Sociedad Española de Historia Natural), además de gran mecenas y coleccionista recibió desde muy pequeña una esmeradísima educación, con viajes al extranjero y acabo convirtiéndose en una mujer culta e inteligente con gran espíritu social. Todavía quedan hospitales (Hospital Civil) y colegios (La Asunción) en Málaga, fundados por ella.
Y como en un cuento, años después de casarse, convirtieron su residencia de La Concepción en un maravilloso jardín botánico, que fue asombro de cuantos lo vieron a lo largo del tiempo.
Parece ser que en su viaje de novios vieron jardines europeos con plantas exóticas que les maravillaron, y pensaron que gracias al clima de Málaga y a sus contactos y posibilidades, no hay que olvidar que uno de sus negocios eran las empresas navieras, podrían llevar a cabo uno espléndido para su disfrute.
Contrataron a un famoso jardinero francés, Chamousst, y se pusieron manos a la obra, y actualmente al entrar o salir de la ciudad hacia el norte lo contemplamos desde la autovía y es un bellísimo y exuberante jardín.
Pero aunque parezca increíble aun hay mas sorpresas ya que antes aún era más famoso en toda Europa por su fantástica colección de restos romanos.
Durante años el matrimonio Loring se preocupó de recuperar todos los restos arqueológicos que fueron apareciendo en las muy numerosas excavaciones que había en Andalucía.
De ellos el más relevante fue sin duda la Lex Flavia Malacitana, una plancha de bronce con las leyes romanas que regían Málaga en el año ochenta, primer siglo, y que hoy día están en el Museo Arqueológico Nacional.
Construyeron un coqueto museo (Museo Loringiano) y en él la expusieron, junto a unos fantásticos mosaicos hallados en Cártama, y restos de preciosas estatuas romanas, algunas las podemos contemplar todavía al pasear por el Jardín de la Concepción.
Tras el fallecimiento de sus propietarios, La Concepción fue adquirida en 1911 por un matrimonio de Bilbao, los Echevarría-Echevarrieta, quienes también se dedicaron a ampliar el jardín creando algunas zonas nuevas, e incrementando el ya increíble valor botánico del Jardín.
Por último en 1990, la finca completa fue adquirida por el Ayuntamiento de Málaga y en 1991 se fundó el Patronato Botánico Municipal ‘Ciudad de Málaga’ para su gestión y administración.
En el Jardín de la Concepción encontramos un jardín romántico reconocido en 1943 como “Jardín Histórico-Artístico” y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y que comprende el espacio creado por la familia Loring-Heredia y completado posteriormente por la familia Echevarría-Echevarrieta.
Hay alrededor de 2.000 especies presentes en la finca y podríamos destacar la imponente arboleda monumental, con ejemplares centenarios, donde ficus, araucarias, magnolios, pinos, cipreses y cedros, entre otros, que conforman un paisaje de lo más singular.
En el Jardín de la Concepción predominan sobre todo las especies de origen subtropical. La colección de palmeras (más de 100 especies diferentes) está considerada de las mejores en Europa aunque también destacan los bambúes o las plantas acuáticas.
Alrededor del Jardín Histórico se ha ido conformando lo que se conoce como jardín botánico, con numerosos grupos de plantas dispuestos de forma ordenada. Frutales, palmeras, vides, plantas mediterráneas, acuáticas, etcétera, han ido dando forma a los distintos entornos por los que pasear, configurando el Jardín Botánico de La Concepción.
Disfruta de este increíble trozo del paraíso junto a la ciudad, que pasa todavía por ser un gran desconocido para muchos turistas e incluso para los foráneos.
Siéntete como en una película (muchas han sido rodadas aquí ) perdido en la selva, y maravíllate al ver la glicina del cenador junto al palacete en el que pasaban largas temporadas la familia, sembrada en 1857 y que con sus flores de color lila y su suave aroma crean una atmósfera sublime.
Sin duda el Jardín de la Concepción es un trozo del paraíso, en el paraíso que para los sentidos es Andalucía.
Camino del Jardín Botánico, nº 3 – 29014 Málaga
Teléfono de Información: 95 225 21 48
El Jardín se puede visitar de forma libre o guiada.